El uso adecuado de las pantallas y el mobiliario a la hora de trabajar y estudiar, o incluso la forma de sentarte, puede evitar la aparición de problemas visuales y oculares. Hablamos de ergonomía visual, una ciencia que adapta las máquinas tecnológicas, muebles y diversos utensilios a las características fisiológicas, anatómicas y a las capacidades de cada persona en el lugar de trabajo, en casa, o en colegios, institutos y universidades.
De esta manera, la ergonomía visual estudia cuál es la forma más adecuada del espacio y condiciones de trabajo a las necesidades de la visión humana, cómo se optimiza su rendimiento y qué pautas son las adecuadas para prevenir riesgos visuales.
Esta disciplina tiene tres objetivos: seguridad, eficiencia y confort visual. Con seguridad visual nos referimos al hecho de prevenir lesiones y accidentes, y evitar la astenopia o fatiga visual. La eficiencia en cambio busca que la tarea visual se realice de modo rápido y con menos esfuerzo para el ojo. Y, por último, el confort visual es la capacidad que tienen los ojos para trabajar de forma cómoda. Estos objetivos están relacionados, pues la vista es más eficiente cuando está cómoda hasta el punto de desarrollar una mayor seguridad visual.
El óptico-optometrista tendrá que conocer las diferentes condiciones de las personas en su entorno de trabajo o estudios para realizar un tratamiento diferente y personalizado a cada paciente. Sin embargo, hay una serie de consejos básicos que pueden servir para mantener una buena higiene visual que te facilitamos desde la Fundación Salud Visual.
Consejos
• Mantener el lugar de trabajo o de estudio bien ventilado y a una temperatura normal, evitando ambientes muy secos por calefacción o aire acondicionado.
• Regular la silla de tal forma que los pies siempre toquen el suelo.
• Es ideal que la mesa tenga una pequeña inclinación, de esta manera el cuerpo estará más relajado. Además, esta debe colocarse de forma lateral a la ventana para evitar brillos y destellos.
• Sentarse correctamente, colocando la espalda en el respaldo de la silla, y las piernas dobladas en ángulo recto. Esto ayudará a favorecer el riego sanguíneo.
Frente a la pantalla
• Utilizar pantallas de buena calidad y apropiadas a cada tipo de trabajo.
• Ajustar el tamaño de los caracteres según las necesidades de cada persona.
• Regular el brillo y el contraste del monitor hasta lograr una sensación confortable para el ojo.
• Colocar la pantalla al menos a 40 centímetros de los ojos del usuario.
• Utilizar un atril siempre que se vaya a alternar la visión de la pantalla con documentos en papel. Debemos colocar este junto a la pantalla para evitar movimientos continuados de cabeza y ojos.
• Colocar la pantalla paralela a la ventana para mejorar la iluminación.