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Especialmente las mujeres prestan especial atención al cuidado de sus cejas y pestañas porque son un elemento que potencian la mirada y pueden hacer que se encuentren más guapas.
De ahí la importancia de su depilación, del uso cada vez más común de pestañas postizas, y de todos los productos cosméticos que surgen cada poco tiempo para tratarlas.
Sin embargo, son algo más que un elemento estético, están ahí porque cumplen una serie de funciones.
Como se explica desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), las cejas son una parte de la cara formada por pelos cortos. Se ubican a nivel de los arcos supraciliares del macizo facial, a unos dos centímetros por encima de los ojos. La razón por la que están ahí es porque protegen a los ojos del sudor que cae de la frente, a la vez que evitan, en la medida de lo posible, la entrada de polvo y otros agentes externos en los ojos, y reducen la intensidad de la radiación solar.
En el caso de las pestañas, su función es muy similar a la de las cejas, pero más "de cerca". Nacen en los bordes de los párpados y su principal función es proteger al ojo de la entrada de bacterias y demás agentes externos. En su caso, su función frente al sol es aún más importante que la de las cejas porque filtran la radiación, y es que sin ellas los ojos sufrirían irritaciones de forma constante.
Tanto las cejas como las pestañas presentan una estructura muy parecida a la del cabello. Parten de los folículos y se forman de escamas de queratina, sustancia que les aporta fortaleza y flexibilidad.
Sus folículos crecen (aunque muy lentamente), pasan por un periodo de maduración y se caen, exactamente igual que el cabello. Sin embargo, la fase de crecimiento de ambas no se prolonga en el tiempo de la misma forma que el cabello, de ahí que no adquieran tanta longitud como el pelo de la cabeza.
En el caso de las pestañas cuando se caen tardan unas 10 semanas en volver a salir y a desarrollarse, y suelen tener una vida de unos cinco meses. En el párpado superior podemos tener unas 200 pestañas, mientras que en el inferior hay unas 80.
En lo que se refiere a las cejas, el proceso de crecimiento dura aproximadamente un mes, y su longitud no suele superar los dos centímetros.
La depilación de las cejas se debe hacer en las mejores de las condiciones, cuidando la higiene para evitar infecciones. También hay que tener en cuenta que la depilación constante en un misma zona puede provocar que algunos folículos desaparezca y que, por tanto, no vuelva a crecer pelo en esa zona.
Para mantener una adecuada armonía facial, los expertos recomiendan:
A día de hoy aún no muy muchos estudios que garanticen qué sustancias son realmente eficaces para potenciar el crecimiento de las pestañas.
En 2008, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó una solución de bimatoprost (análogo sintético de las prostaglandinas que se utilizan para el tratamiento del glaucoma y de la hipertensión intraocular) para tratar la hipotricosis (caída progresiva del pelo) de las pestañas. Sin embargo, como se explica desde la AEDV, actualmente se ha abierto una nueva vía de utilización con fines estéticos, sin que haya una patología; de ahí que el mercado cosmético lo haya incluido entre la composición de sus productos. Ante esta situación hay que advertir que el uso de análogos de las prostaglandinas puede causar efectos secundarios como picor, eritema e irritación de la conjuntiva ocular, por lo que hay que tener cuidado con su utilización.
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