Beber alcohol no es bueno para la salud general, ni para la vista en particular, ya que, como ha demostrado un grupo de científicos de la Universidad de Granada, su consumo empeora significativamente la visión de noche. Esto se debe a que conlleva un aumento de la percepción de halos (círculos luminosos) y otras alteraciones visuales nocturnas.
Lo que los investigadores han observado es que la toma de bebidas alcohólicas conlleva un deterioro de la lágrima que recubre la superficie del ojo, lo que a su vez afecta a la calidad de la imagen que los ojos forman en la retina. Este problema es especialmente notable cuando la tasa de alcohol en aire espirado es mayor a 0,25 miligramos por litro, el límite legal para conducir en España, y el recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).