La Fundación Mirada Solidaria (FMS) es una organización creada hace 20 años por un grupo de oftalmólogos de Bilbao con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los colectivos más necesitados de los países en vías de desarrollo.
Para ello, utilizan todos los medios a su alcance para lograr la mejora de la calidad visual de estas personas, una empresa que llevan a cabo de manera estable en dos de los países de América del Sur con mayor déficit en la atención a los problemas visuales: Bolivia (Trinidad y Cochabamba) y Ecuador (Esmeraldas).
En cada uno de estos tres centros se da asistencia clínica y quirúrgica a las personas sin recursos, ya que en estas regiones no existe una red de salud pública que cubra las necesidades de la población. Ello hace que aproximadamente el 45% de la misma carezca de asistencia a sus patologías. Asimismo, existe una amplia franja social de bajísimo poder adquisitivo que está fuera de toda asistencia oftalmológica pública o privada.
Esto hace que se vivan situaciones que se desconocen en países más desarrollados, como, por ejemplo, una mala visión por no tener corrección óptica de la ametropía o estar ciego por padecer cataratas, entre otras muchas.
Diagnóstico y solución de problemas oculares
El equipo de la Fundación Mirada Solidaria realiza desde los centros una labor de campo y desde cada uno de ellos se desplaza a poblaciones distantes o de difícil acceso donde se selecciona, con un simple optotipo de figuras, a aquella población que teniendo un cuadro de baja visión desea ser visitada. Posteriormente se les cita en el centro y allí el oftalmólogo realiza el diagnóstico y propone soluciones al problema.
En cada centro existe un profesional sanitario, que visita diariamente, y que realiza una cirugía básica un día por semana, además de una óptica que facilita las correcciones básicas.
Sin embargo, también acuden periódicamente oftalmólogos voluntarios de la Fundación para realizar una cirugía más compleja. A este proceder hay que sumarle la impartición de cursos de formación para los oftalmólogos y de capacitación para el personal de enfermería. Por ejemplo, los oftalmólogos locales pasan un periodo de aprendizaje en el ICQO (Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología) de Bilbao.
Personas que vuelven a integrarse
Gracias a esta labor de la FMS hay personas excluidas de su entorno por su déficit visual que pueden integrarse de nuevo en la sociedad e incluso ser útil a la misma.
Ante esto, queda la satisfacción del profesional que generosamente ha regalado su tiempo y conocimientos para esta causa. De hecho, casi todos los médicos que participan en este proyecto solidario repiten su experiencia, aun cuando las condiciones de vida allí no son muy cómodas y los equipos médicos no son tan sofisticados como los que se utilizan en España.
La colaboración es muy importante (como la que se realiza con Cáritas diocesana del Beni), por lo que antes de comenzar un proyecto los responsables de la Fundación se ponen en contacto con las autoridades sanitarias para que lo conozcan y den su aprobación.
Actualmente, se está llevando a cabo un proyecto de asistencia oftalmológica en Guayaramerín, población situada al norte del Beni (Bolivia) y que, con una población que ronda los 100.000 habitantes, carece de asistencia oftalmológica estable. El objetivo del proyecto es construir en el área del hospital ya existente un pabellón exclusivo de oftalmología para luego dotarlo y posibilitar así las consultas con la presencia diaria de un oftalmólogo.