- No cambies la modalidad de lentes de contacto ni la solución de mantenimiento sin consultar previamente a tu óptico-optometrista.
- Lávate las manos con jabón y sécalas por completo antes de manipularlas.
- Limpia las lentes y el estuche únicamente con la solución de mantenimiento (no con agua).
- Frota y enjuaga las lentes de contacto con la solución de mantenimiento después de usarlas.
- No reutilices las desechables diarias.
- Vacía la solución del estuche tras retirar las lentes.
- Cuando te las hayas puesto, lava el estuche con la solución, sécalo con un papel de celulosa y colócalo abierto boca abajo sobre un trozo de ese papel.
- Cambia el portalentes con frecuencia (las soluciones de mantenimiento suelen incluir uno nuevo en cada envase).
- No duermas con las lentes puestas, a menos que estén diseñadas específicamente para uso nocturno.
- Deja de utilizarlas si experimentas síntomas como dolor, enrojecimiento, incomodidad o visión borrosa. Ante cualquier duda, acude a tu óptico-optometrista.
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- Reglas básicas para su uso
Actualidad
19
Mar
2014